Hoy, al terminar el desayuno, como cada día, seleccionamos los desechos acumulados para tirarlos a la basura en sus cajas correspondientes: material orgánico, papel, plástico... hace un par de cursos iniciamos a nuestro alumnado en el reciclaje.
Aprovechamos para hablar sobre la cantidad de "pajitas" que tiramos diariamente, objetos de los que podemos prescindir, y que al estar hechos de plástico resultan muy perjudiciales para el medio ambiente. Antes de tirarlas pensamos que podíamos utilizarlas para realizar un experimento que habíamos visto en internet.
Comprobamos como las pajitas podían agujerear una servilleta de papel o el envoltorio del bocadillo. Pero... ¿Podría atravesar una papa cruda?
Lo intentamos con diferentes pajitas pero ¡imposible! Todas se doblaban.
Lo volvimos a intentar, pero esta vez tapamos con el dedo pulgar uno de los extremos de la pajita y golpeamos la papa... ¡ahora si entró! ¡Qué contentos estaban! Pero ¿Qué había cambiado para que ahora no se doblara y perforara la papa?
Les explicamos que en la pajita entraba y salía el aire, pero al tapar uno de los extremos, el aire no puede escapar y al golpear la papa éste se comprime e impide que la pajita se doble al chocar, pudiendo atravesar el tubérculo.
